9/4 2017
Casas en astrología
A pesar de que la elección del tipo división de casas astrológicas es discutible, al final, todo astrólogo tiene que usar una. Unos sistemas se crearon durante el desarrollo de la astrología (Placidus, Koch y Regiomontanus o un sistema de casas solares) unos de ellos todavía se usan. A pesar de que estos sistemas difieren entre sí, algunos bastante, siempre están de acuerdo con lo principal. El número de casas es siempre doce y la inicial (la primera) es siempre el Ascendente – que está al este del horóscopo. Por tanto, el horóscopo se divide en 12 partes representadas por las 12 casas. Cada una simboliza un segmento particular de la vida humana. La que está llena de planetas tiene más importancia que la vacía.
He aquí un resumen de las casas, de uno de los sistemas más utilizados, Regiomontanus:
La primera – la inicial, del mismo signo que el Ascendente. Simboliza el carácter físico, nos diferencia de otra gente nacida el mismo día (ya que ellos nacieron en otro momento). Influye en nuestra identidad, la manera en que actuamos y cómo nos perciben otros, pero también en nuestra apariencia.
La segunda – simboliza los valores materiales en general. La manera en que vemos nuestra propiedad personal y seguridad o bienestar. También afecta nuestra autoconfianza y cómo valoramos a los demás. Su influencia se puede ver en nuestra relación con la naturaleza o relaciones.
La tercera – símbolo de educación y comunicación. Se conecta con nuestras capacidades esprituales, pensamiento y relaciones con los demás. Afecta nuestra actitud ante los viajes en general (por ejemplo, los viajes para adquirir conocimiento). Gracias a esta casa, uno tiene sentido de aventura y se lleva bien con los demás dentro de la sociedad.
La cuarta – representa nuestra casa u orígenes. Es un lugar donde nos sentimos seguros y podemos actuar libremente. No tiene que simbolizar una casa o un edificio necesariamente, también puede simbolizar a un hombre con el que nos sentimos como en casa. También se relaciona con la propiedad y con los padres.
La quinta – simboliza una habilidad de auto-expresión y creatividad. Representa un impulso a inmortalizar nuestra existencia y dejar alguna huella. Aficiones, actividades artísticas y los niños pertenecen aquí. Afecta autopercepción y un esfuerzo de diferenciarnos de los demás.
La sexta – un símbolo de trabajo, obligaciones y nuestra salud. Influye nuestras relaciones con otros, sobre todo cuando se trata de nuestra subordinación. Se relaciona con las obras prácticas cotidianas, relaciones en el trabajo. También afecta nuestra actitud en cuanto a la salud y habilidad de cuidarnos.
La séptima – la casa del signo ponente, Descendente, simboliza las relaciones personales e íntimas. Representa a los individuos que están muy cerca de nosotros y qué tipo de relación tenemos con ellos. Se relaciona con nuestra consciencia social y habilidad de ajustarnos. Por tanto, el signo de esta casa representa nuestra pareja ideal, por la que deberíamos estar atraidos.
La octava – simboliza la satisfacción de todas nuestras necesidades. Afecta fuertemente nuestra mentalidad. Los familiares y la propiedad (y su creación) son cruciales para esta casa. Normalmente se relaciona con el ocultismo, magia y fantasía.
La novena – un símbolo de viajes, educación y filosofía. Se refiere al deseo de mejorar constantemente. Es un ámbito de metas a largo plazo, planes y futuro en general. La religión, la iglesia y las leyes también pertenecen aquí. Puede significar aventuras y naturaleza social.
La decena – símbolo de nuestra profesión, prestigio y reputación. Representa las ganas de uno de ganar una identidad nueva en la sociedad y de convertirse en la autoridad. Se relaciona con el trabajo, nuestra posición en la jerarquía y nuestra reputación. Afecta los asuntos nacionales y otros asuntos de mayor alcance.
La undécima – símbolo de amistad, sociedad e ideales. Nuestra habilidad de integrarnos pero también nuestros deseos, objetivos y ganas. La gente que conocemos a lo largo de nuestra vida y que o bien nos ayuda o bien influye sobre nosotros.
La duodécima – simboliza lo subconsciente, las emociones y los secretos. Es un área de dificultades y restricciones. Además, afecta problemas emocionales, mentiras y dificultades que tenemos que superar. Nos permite percibir el mundo desde una perspectiva. Nos distancia de nuestra vida cotidiana y nos apoya con fantasía.